Un total de 216 temblores fueron registrados por el Observatorio Sismológico del Politécnico Loyola en este pasado mes de julio, donde continúa la sismicidad que viene registrándose desde mayo al noreste de Samaná. También las réplicas como consecuencia del temblor de Magnitud 5.4 de junio pasado en el canal de La Mona al noreste de Miches. Este mes además sube la proporción de sismicidad intermedia y sigue siendo curiosa la poca sismicidad a profundidades entre 34 y 70 km. También es interesante la ausencia de eventos mayores de magnitud 4.0.
Los datos obtenidos en este mes fueron los siguientes:
Según la profundidad: (Ver Imagen N° 1)
0-15 km, 70 temblores (32 %)
16-33 km, 81 " (38 %)
34-70 km, 6 " (3 %)
71-150 km, 57 " (26 %)
151-300 km 2 " (1 %)
+300 km 0 " (0%)
Según sus magnitudes:
Ml > 6.0 0 eventos (0 %)
Ml > 5.0 <= 6.0 0 " (0 %)
Ml > 4.0 <= 5.0 0 " (0 %)
Ml > 3.0 <= 4.0 15 " (7 %)
Ml > 2.0 <= 3.0 109 " (50 %)
Ml >= 0.5 <= 2 92 " (43 %)

En vista de que este mes no hemos logrado ningún mecanismo focal que nos permita interpretar la mecánica de ningún evento sísmico relevante, aprovechamos para acumular la sismicidad de los últimos tres meses en la Imagen N° 2 y trazar una sección transversal SW-NE para hacer una imagen sísmica de la corteza de nuestra isla por la región central.

La Imagen N° 2 (Arriba) nos muestra en sombreado la población de sismos de los últimos tres meses representados en la sección transversal A-B desplegada en la imagen inferior. Claramente sobresalen tres áreas con abundante sismicidad: Debajo de las zonas de falla Bahoruco (FB), Septentrional (FS) y Norte de la Hispaniola (FNH).
Estos tres diferentes grupos de sismicidad recurrente: FB, FS y FNH nos dan una clara demostración de que estamos ante la presencia de tres sistemas o zonas de falla y no tres trazos de falla, por lo que estas zonas pueden alcanzar hasta una decena de kilómetros de ancho.
Debajo de la Cordillera Central se muestra cierta sismicidad debajo de los 70 km indicando posible subducción de la placa Norteamericana debajo de la placa Caribe aunque también pudiera ser un segmento desprendido en proceso de hundimiento por fuerzas gravitacionales ya que la ausencia de sismicidad continua desde la superficie hasta estas profundidades no es muy evidente. Lo mismo pudiera aplicar para una subducción desde el sur provocada por el hundimiento del resto de la placa Caribe por debajo de la microplaca Hispaniola.