Un total de 205 temblores fueron registrados por el Observatorio Sismológico del Politécnico Loyola el pasado mes de abril. Esta actividad sísmica es normal de acuerdo al histórico reportado por nuestra red sísmica. Una secuencia sísmica en Duvergé en el suroeste del país resulta relevante, más abajo se hace un pequeño análisis de esta secuencia.
Sigue siendo notoria al sismicidad poco profunda (0-33km) debajo de la Cordillera Septentrional y de la Sierra de Bahoruco. Efecto inverso resulta debajo de la Sierra de Yamasá, Cordillera Oriental y planicie costera sur del país, desde Bonao hasta la Isla Saona donde la sismicidad varia en profundidad entre 70 y 150 km.
Sigue resaltando la baja sismicidad entre 34 y 70 km en toda la isla de La Española, lo cual aparenta indicar la "solidez" de nuestra corteza terrestre en esa sección.
Durante el pasado mes de abril tenemos las siguientes estadísticas de acuerdo a profundidad y magnitud:
Según la profundidad:
0-15 km, 81 temblores (40%)
16-33 km, 65 " (32%)
34-70 km, 13 " (6%)
71-150 km, 44 " (21%)
>150 km 2 " (1%)
La imagen N° 1 a continuación, nos muestra la distribución por profundidades:
Según sus magnitudes:
Ml >= 6.0 0 eventos (0%)
Ml >= 5.0 <= 5.9 0 " (0%)
Ml >= 4.0 <= 4.9 3 " (1%)
Ml >= 3.0 <= 3.9 26 " (13%)
Ml >= 2.0 <= 2.9 115 " (56%)
Ml >= 0.5 <= 1.9 61 " (30%)
Al igual que el pasado mes de marzo, ningún temblor tuvo una magnitud superior a Ml 4.0, sólo tres fueron registrados en el canal de La Mona, al norte de Puerto Rico y al norte de las islas Vírgenes Británicas. En la imagen N° 2 mostramos la ubicación de estos tres sismos:
En este mes de abril 2024 resaltamos la secuencia sísmica que tuvo lugar en las inmediaciones de Duvergé en el valle de Enriquillo al suroeste de la República Dominicana, la misma sucedió entre los días 22 y 25, desarrollándose como una eventual traza de falla con dirección suroeste-noreste. Ningún patrón se percibe por el desarrollo de la sismicidad temporalmente hablando (3a). Los eventos registrados tuvieron magnitudes desde 0.7 hasta 2.4, donde estos últimos se desarrollaron en la región más al noreste y los menores hacia el suroeste (3b). Desde el punto de vista de profundidad se pudiera inferir que los eventos resultaron ser más profundos al noreste del patrón lineal (4-10 km) sin embargo al considerar que los eventos más hacia el suroeste fueron más débiles (0.7-1.4), más imprecisos resultan ser sus resultados tanto en localización como en profundidad (3c). Visto esto, la posibilidad de una serie de rupturas a lo largo de una falla ciega en este patrón lineal suroeste-noreste no se descarta aunque la data obtenida no es concluyente.
Ver imágenes 3a, 3b y 3c a continuación: